Si alguna vez has sentido curiosidad por cómo se crean esas hermosas decoraciones en pasteles, cupcakes y galletas, te cuento un secreto: las boquillas o duyas de repostería son las herramientas mágicas detrás de todo. Como repostera con años de experiencia, te puedo decir que estas pequeñas piezas metálicas o plásticas son las responsables de transformar el glaseado en arte. Para iniciar en la repostería es necesario que tengas conocimientos sobre los tipos de boquillas que puedes encontrar en el mercado, así como los números con que se identifican.

Las boquillas o duyas de repostería son herramientas cónicas que se colocan en la punta de una manga pastelera para dar forma al glaseado. Cada boquilla tiene una abertura diferente que determina el diseño del glaseado al ser presionado. Existen de diferentes formas y tamaños, y cada una tiene un número que la identifica, lo cual facilita su elección según la decoración que queramos lograr. Estas boquillas son indispensables para cualquier repostera, desde principiantes hasta profesionales, ya que con ellas podemos crear una amplia variedad de diseños, desde bordes sencillos hasta flores complejas.

Existen muchas boquillas en el mercado, y aunque puede parecer abrumador, conocer las básicas te permitirá crear una infinidad de decoraciones. A continuación, te explico los tipos más comunes y cómo se identifican por sus números.

Las boquillas redondas son probablemente las más básicas y esenciales de todas. Su numeración suele ir desde #1 hasta #12, aunque hay versiones más grandes para efectos especiales. Estas boquillas son perfectas en la decoración de galletas, son ideales para escribir, delinear, hacer puntos, y rellenar. Por ejemplo, las boquillas #1 y #2 son ideales par a escribir nombres y mensajes en pasteles, mientras que las boquillas más grandes, como la #12, se utilizan para crear puntos grandes o delineados más gruesos.

Estas boquillas tienen puntas en forma de estrella y sus números más comunes son #13, #16, #18, #21, y #32. Son muy populares porque crean un efecto rizado que es ideal para bordes, estrellas y conchas. Si alguna vez has visto esos clásicos rosetones en cupcakes, seguramente se han hecho con una boquilla de estrella abierta como la #1M de Wilton, que es un must-have en cualquier cocina de repostería.

Similares a las boquillas de estrella abierta, pero con picos más cerrados, lo que crea un efecto más definido y con más textura. Entre los números más conocidos están #30, #32, #35, y #2D. Estas boquillas son excelentes para flores y decoraciones que requieren un acabado más sofisticado y detallado.

Las boquillas de pétalo son un poco más avanzadas y están diseñadas para crear flores como rosas, tulipanes, y otras flores detalladas. Los números más utilizados son #101, #102, #103, #104, y #150. Estas boquillas tienen una abertura en forma de lágrima, lo que permite que el glaseado salga en forma de pétalo con un lado delgado y otro más grueso, dando un efecto muy realista.

Estas boquillas tienen una abertura puntiaguda que se ensancha, lo que les permite crear hojas con una sola presión. Los números más comunes son #66, #67, #68, y #352. Son esenciales si quieres darle vida a tus flores con hojas realistas y detalladas.

Las boquillas de ruffle son ideales para crear volantes y bordes ondulados. Son boquillas más grandes con una abertura más compleja, como los números #86, #88, #401 y #402. Estas boquillas son perfectas para decorar pasteles con bordes de estilo vintage o para dar la sensación de tejidos y volantes.

Estas boquillas, como la #233 y la #234, tienen múltiples aberturas que permiten crear efectos de césped, cabello o pelaje con una sola presión. Son perfectas para decoraciones temáticas como campos, animales, y detalles que requieran una textura más compleja.

Las boquillas de cesta son únicas por su capacidad de crear patrones que imitan cestería. Ejemplos comunes incluyen los números #44, #45, y #48. Estas boquillas tienen un lado plano y otro acanalado, lo que permite crear patrones de tejido que parecen cestas o tejidos trenzados.

Para obtener los mejores resultados con tus boquillas, es importante tener en cuenta algunos consejos prácticos. Primero, asegúrate de practicar con cada boquilla antes de usarla en tu pastel final; esto te permitirá familiarizarte con el flujo del glaseado y el efecto de cada boquilla. Además, siempre utiliza una manga pastelera de buen tamaño y ajusta la presión según el diseño que deseas lograr; una presión constante es clave para decoraciones limpias y precisas.